NUESTRA HISTORIA

DOS GENERACIONES CUIDÁNDOTE

La historia de Jesús Sastre va ligada a su gran instinto empresarial. Ávido de nuevas experiencias decidió que el futuro no estaba en la tienda de ultramarinos que regentaba su padre en la calle Chancillería. Había que ir al centro para comenzar a crecer.

En 1956 abrió una tienda de alimentación en la calle Cebadería número 9: el Molino de Chocolate, que llenó de productos delicatessen. El objetivo era abastecer a la ciudad de una exclusividad única en aquella época. 

De lo bueno, elegía lo mejor. En esta búsqueda se encontró con Santiveri, ubicada en Peñafiel y dedicada a los productos dietéticos. Sus complementos, cosmética natural y alimentación saludable ocuparon la entreplanta de la tienda en 1975. A su inauguración acudió el propio Santiago Santiveri, sellando así un acuerdo comercial que perdura hasta hoy en día. Ya tenía claro que los productos saludables eran el futuro.

La dedicación y lucha de Jesús Sastre le hizo merecedor en 1986 de la Medalla de Oro del Premio Emprendedores de la Cámara de Comercio, que le entregó el alcalde de Valladolid de esa época, Javier León de la Riva, como mérito a su labor empresarial. Al año siguiente fue uno de los galardonados en la entrega de Premios Popular.

Mientras, sus hijas Elena y Eva terminaban sus estudios universitarios sin dejar de ayudar a su padre. En 1988 cogieron las riendas de este negocio, dando un paso más y apostando por la innovación y lo natural. Decidieron que tan solo ofrecerían los productos saludables de Santiveri, mientras abrían nuevas sucursales con estos productos sanos, bio y de cercanía, en la calle Chancillería y Tudela, y en Palencia, en la calle Los soldados. 

También dieron una nueva imagen de negocio más elegante y abierta a la tienda de la calle Cebadería, cuya inauguración tuvo lugar el noviembre de 2002. En Santiveri aprovecharon ese momento para hacer un homenaje a Jesús Sastre, junto a sus hijas, a su trayectoria de 50 años. Dos generaciones unidas por dar siempre un nuevo enfoque empresarial.

Elena y Eva, concienciadas en los beneficios que tiene un producto sano y de proximidad, decidieron ir más allá completando las más de 2000 referencias que tiene Santiveri con otros productos del mercado, siempre que no sean competencia directa. La elección se basa en la misma premisa: dar al cliente lo que pide y nadie tiene.

A la vez siguen instruyéndose día a día con el departamento de formación de la empresa Santiveri a través de su médico. Y gracias a esto siempre asesoran, explican y ayudan para ofrecer al cliente lo más conveniente para su salud y bienestar por dentro y por fuera. También cuentan con la nutricionista Soledad Revilla, licenciada por la Universidad de Navarra.

Con ellas han logrado formar un equipo de dependientas con ganas de seguir creciendo junto a este proyecto, que se caracteriza por su profesionalidad, amplia experiencia, simpatía y conocimiento de todos los productos.

A través de los años han conseguido ganarse el cariño de sus clientes, ya que conocen muy bien todos sus artículos y sus consejos son muy valiosos para los que se acercan a alguno de sus comercios. Ofrecen seriedad, verdad y confianza.

Ahora dan un paso más para seguir innovando con una venta online cercana, rigurosa y profesional, que trata al cliente con el mismo cariño y respeto que en sus tiendas físicas.